miércoles, 9 de octubre de 2013

Cobito Extrajero

Cobito

Curiosa aquí esperando que salgas de tu linda casa, espero ansiosa. Cuando de momento veo tus ojitos como antenitas se asoman para ver si hay campo abierto. Yo quieta en silencio quiero verte salir, de momento das unos pasos con medio cuerpo afuera y parte adentro. Al primer movimiento te escondes sin pensar, me doy cuenta de tus grandes palancas que imagino usaras si en peligro te sientes estar. Lo convertí en un habito, observarte y admirar tu curioso caminar con tu casa protectora para que no te vean, ni nadie te pueda hacer ningún mal. Veo tu exoesqueleto fuerte y aparente, se que en tu vida has tenido muchos caracoles en los que has vivido y escondido. Colección tienes de ellos pero el más grande y fuerte es el que vives ahora. Un día en silencio, escondida entre la gente, caminos y puentes, me escondí para que no me vieras para que no lo supieras. Quería ver lo que había dentro, quería ver tu desnudes que guardas con tanta rigidez. Espere paciente y un día saliste a caminar por un minuto nada mas, dejaste tu caracol y pude ver el resplandor de tu cuerpo suave y frió encorvado y sin calor. Suave como almohada de plumas tú lo cargabas, en ese momento tus palancas no te ayudaban. Cuando te diste cuenta que hay yo estaba, corrías y avanzabas, de momento me miraste y te diste cuenta que te amaba. Eso no te detuvo para esconderte en tu caracol mas fuerte. Para tu sorpresa hay me quede, quieta esperando, sigo disfrutando, te observo con delicadeza pues ya se lo que hay en tu mesa. Admiro tu rigidez, tu fortaleza de parecer pero mas me lleno ese minuto de desnudez el que me motivo a tu querer.

Corrí y Corrí y me detuve frente a Dios y le dije mi secreto que yo quería un cobito pero aun le dije mas yo quiero ser caracol para cuidarlo con amor. Dios me dijo caracol eres grande y fuerte para proteger y tus colores brillantes para admirar, calientita por dentro para un cuerpo suave y frágil cobijar. Le di las gracias y salí corriendo impaciente para llegar, a ver mi cobito caminar. Me pare frente a el como modelo para fotografiar, mostrando todo mi potencial. Mi cobito ya no tiene miedo de sacar parte de su cuerpo frente al mar y a mi me deja ver su fuerte cuerpo parece de acero. Camina alrededor de mi, se acerca, mira hacia dentro de mi y cuando pienso que va a salir para su cuerpo transferir, se asusta como si yo lo fuera a herir. Esta días escondido y yo aquí afuera lo miro y me pregunto que estará pasando allá dentro en su caracol tan profundo. Veo sus ojitos salir como antenitas se asoman y allí me ve, camina alrededor de mí con medio cuerpo por fuera. Sus palancas me saludan y con confianza se acomoda sin abandonar su caracol trata de entrar en el mió. Sus palancas, sus ojitos, antenas y patitas están dentro de mi pero su cuerpo frágil y suave mantiene lejos de mi. Se repite la historia, cada vez que le da miedo a mi cobito sale corriendo sin pensar se esconde en su lugar. Vivo recordando ese minuto de desnudez que vira mi mundo al revés. Mi cobito tan bonito, me encanta cuando se acerca y disfruto de su presencia y cuando se esconde yo suspiro. Luego con el tiempo mi cobito lindo se fue buscando otro horizonte mas alla de los montes. Encontró un nuevo lugar donde, nueva cobija al azar. Asi me despedí y entonces lo tuve que dejar ir. Siempre recordaré aquel minuto donde descubrí lo frágil de su existir.

En memoria de Neji (nuestro cobito)


xamlinnette :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario