darme cuenta de la fragilidad de la vida, que los años pasan y las marcas del tiempo se hacen notorias.
Saber que la impotencia de la eternidad es mas real cuando te das cuenta que aquellos que te mimaron una vez en tu niñez, que te arruyaron con amor ahora tu los vez como niños indefensos en cuerpos fragiles, arrugados y sin atractivo ninguno.
Ahora las fantasias vienen acompañadas de responsabilidades, ahora lo que comes te traiciona almacenandose en tu cuerpo, haciendo te burla de quien es quien tiene el control.
Campante en mi camino, interrumpida por las realidades que no se pueden esconder, por la humanidad tan severa que llevo en mi, se expresa sola y sin permiso...
Gritandole al mundo mi sencilles y complejidad a la vez.
Trato de esconder lo obvio que los años no pasan en vano y dejan marcas mientreas mas el reloj avanza.
Campante en mi camino, silvandole a la vida, riéndome de la ironía de que un dia yo me iré pero ella seguirá caminando mi camino, sin mi existencia pero con la presencia de aquellos remanentes que deje. Esos amores chiquitos que mientras mi edad avanza la de ellos también, convirtiendo en un ciclo el proceso de vivir.
Campante en mi camino, he decidido reír en vez de llorar, he decidio ignorar las respuestas que nunca encontré dejando la fe que tome mas control y con cada suspiro ver mi vida formarse así en un instante. Ya que el reloj no para de correr entonces yo también correré con él, dejando la lluvia caer sobre mi y refrescando los minutos de mi existir yo sé que algun dia ya no estaré mas aquí.
Quiero vivir, no importando las marcas que deje el tiempo, no importa lo que no entiendo.
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