Mientras espero a mi otra mitad que salga del avión, sentada en mi carro y con la tecnología en mis manos, aprovecho un poco el tiempo para jugar con palabras. He querido desde siempre escribir de mi diario vivir, compartir un poco de mi historia que seguramente se parezca a la tuya también. Desgraciadamente el escribir se ha convertido en un sueño que no logró alcanzar. Me paso soñando con eso de tener todo el día para escribir, viajar y poder hablar de mis aventuras. Pero la realidad es que trabajo cinco días a la semana, cuanado salgo del trabajo llego corriendo a cocinar y hacer algun proyecto o alguna otra cosa con los niños o con Jorge. Mis tiempitos libres no quiero hacer nada, bueno, me gusta estar relax, sentarme en mi balcón, leer. En otras palabras no escribo, no saco el tiempo para meditar y poner en letras mis anécdotas, mis rimas, mi imaginación, ni mis poemas. En este mes de junio nos fuimos de vacaciones, no he escrito nada, siempre había soñado de ir algún sitio nuevo y luego escribir un artículo de eso. Aveces me siento que he perdido la inspiración, que a lo mejor el escribir no es para mi. Ya ni los libretos que antes solía escribir aparecen en mis sueños. Me gustan las palabras, me gusta coquetear con sueños, inspiraciones, fotografías, pero no he logrado hacerlo un hábito en mi vida.
Esto es una tremenda contradicción y no
logro descifrar el porque. Oh se me acabo el tiempo, llego mi amor, hasta luego "mi tinta y papel"...
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